Virginia Fernández-Cueto

vfcueto@thecustomerspirit.com


Me gustan las personas.  Me gusta saber qué piensan, cómo ven la vida y en qué
puedo ayudarles. Ponerme en su lugar y ver la vida a través de sus ojos.
A lo largo de mi vida, he pasado por muchas empresas, muy grandes y muy pequeñas. Y de todas siempre me he llevado algo muy positivo. Las personas.
En mis primeros años de vida profesional, tuve la oportunidad de tratar directamente con clientes. Ahí es donde posiblemente desarrollé mi habilidad y mis ganas de escuchar y ponerme en su lugar para entender lo que verdaderamente querían (que, en muchos casos, no era lo que decían).

Hoy, mi motivación profesional es poder ayudar a personas y a empresas

Cada cliente es un mundo, con sus preocupaciones, sus intereses, su carácter, sus ilusiones… Y el tratar de entenderles y de ofrecerles lo mejor para ellos, me hacía sentirme muy bien. A partir de ahí y sin haberlo programado, tuve la oportunidad de dar un paso “ hacia atrás” en la estructura organizativa de las empresas. Pasé a departamentos centrales, donde ya no estaba en contacto directo con el cliente pero sí con los empleados que cada día se ponían delante de un cliente.En esta nueva etapa y con la sensibilidad desarrollada de lo que es estar frente a un cliente, trabajé muy duro para facilitar la vida a estos empleados que son el nexo entre la empresa y el cliente. Admiro a todas estas personas que día tras día están en ese puesto de trabajo (independientemente de la empresa y sector en la que trabajen) y animo siempre a dedicar tiempo a esa labor puesto que se aprende cómo es verdaderamente una empresa.


Algo similar siento con mis alumnos (actualmente impartiendo clase en ESIC-ICEMD y EOI). Pienso en qué les ha traído hasta ese curso, cuáles han sido sus motivaciones y cómo se enfrentan al reto de aprender cosas nuevas. Intento ponerme en su lugar, ver qué esperan de la clase y de mí para estar a la altura.
Hoy, mi motivación profesional es poder ayudar a personas y a empresas a desarrollar esa sensibilidad para escuchar a sus clientes y empleados, a ponerse en su lugar, a aprender de ellos y a mejorar gracias a ellos.


Escuchar, escuchar y escuchar con el objetivo de aprender, de progresar y de mejorar. Esto es lo que aplico cada día en mi trabajo.

Ayudando a los clientes…

Virginia
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